23 ene 2008

Quien no soy.

Tú no me conoces. Te crees, por ejemplo, que estoy en mi habitación estudiando. Te Equivocas. No estoy en mi habitación. No estoy estudiando. Y aunque estuviera en mi habitación, no estaría estudiando, así que seguirías equivocada. Y no es mi habitación de verdad. Solo da la casualidad de que vivo aquí ahora.
¿Te estás haciendo un lío? Pues apáñatelas.
Tú no me conoces en absoluto. No sabes nada de mí. No sabes desde dónde estoy escribiendo. No sabes que pinta tengo. No tienes ningún poder sobre mí.
¿Qué pinta crees que tengo?¿Muy alta?¿Pecosa?¿Con gafas de montura plastificada sobre unos ojos azules? No, me parece que no, será mejor que me vuelvas a mirar con más atención. Es como un calidoscopio, ¿verdad? Ahora soy baja, de repente, alta, luego soy una pringada, después una empollona, más tarde una vaga, mi forma cambia constantemente, y lo único que no cambia son mis ojos azules. Que te observan. Eso es, te estoy observando en este mismo momento, estás sentada frente al ordenador, fingiendo leer.
Tú no me conoces en absoluto. Te crees que soy...¡Ja! Te crees que tengo...¡Ja! Te crees que esta vida me hace feliz...¡Ja,ja, y ja!
Vale, ahora dejas de leer lo que no estabas leyendo. Es una condensación de literatura “Reader´s Diges”t, que es como beber zumo de naranja hecho de concentrado. No tiene pulpa ni vitamina C.
Ahora miras al final del pasillo, porque crees que estoy en mi habitación estudiando. No sabes que estoy a tu lado, tan cerca que podemos tocarnos. Observando.
No, no estoy levitando. No tengo alas secretas que me permitan volar. Ni tampoco tengo una poción mágica que me otorgue el don de de la indivisibilidad. ¿Entonces donde estoy?


....¡Sí que estoy en mi habitación estudiando! Después de todo... Tú no me conoces.

No hay comentarios: